Aunque no es algo nuevo, ya que hemos tenido hace décadas películas como Robin Hood o 101 Dálmatas, en los últimos tiempos la productora Disney parece haberle cogido el gustillo a realizar remakes en acción real de sus clásicos de dibujos animados, aprovechándose también de la tremenda nostalgia que su era dorada de finales de los 80 y toda la década de los 90, provoca ahora en aquellos que empiezan a crecer, a tener hijos y a querer ponerles las mismas películas que ellos veían de pequeños. El éxito de estas nuevas versiones está siendo absolutamente brutal, y Disney se está llenando los bolsillos con mucha plata gracias a películas como La Bella y la Bestia, Dumbo o El Rey León. Una vez hechas las más carismáticas, Disney también ha puesto su punto de mira en los clásicos “menores” de la compañía.

Siempre buscando películas elativamente recientes, de la década de los 90, la factoría del ratón Mickey anunció hace un par de años la producción de un live-action de Mulán, una de las primeras películas donde la “princesa” se convertía en la auténtica heroína y se subvertían los papeles tradicionales de género. Mulán fue un éxito en su momento, pero quedó a la sombra de otras grandes producciones como El Rey León o Pocahontas, estrenadas poco antes. Sin embargo, el anuncio de la película live action ha provocado una gran expectación en buena parte del público, sobre todo después de ver los trailers. Aun sabiendo que la película no será un musical y que tendrá cambios con respecto a la original, Disney ha conseguido llenar de expectación a su público antes del estreno –bastante accidentado, todo hay que decirlo- de esta nueva versión.

Cuento popular de Mulán

La obra original en la que se basan las posteriores adaptaciones de Disney es el poema épica de La Balada de Fa Mu Lan, que cuenta la historia de Han Mulan, una joven que decide disfrazarse de hombre para poder ir a combatir con el ejército chino en lugar de que su padre, que ya es demasiado mayor para pelear. Se trata de un poema del siglo VI, que es muy conocido en China, una de sus historias más populares de aquella época, y que ha llegado a nuestros días con numerosas adaptaciones. La de Disney llegó después de que una de sus creadores llevara a cabo un corto de animación contando brevemente la historia de Mulan, y demostrando que se podía hacer una gran película de aquel relato.

Adaptación animada de Disney

La adaptación de Disney comenzó a producirse en 1993, en pleno auge de la compañía, que había estrenado Aladdín, La Sirenita y La Bella y la Bestia, y volvía a estar en la cima del mundo. La película se retrasaría bastante y no se estrenaría hasta 1998. Para la producción, los creativos de Disney viajaron a China y conocieron de primera mano la estructura y arquitectura de los lugares más importantes, para basarse en ellos, así como en la propia iconografía dela época que se representaba. También hubo influencias del expresionismo alemán, así como de la propia épica británica a la hora de rodar las escenas de batallas, poco habituales en el cine de Disney hasta ese momento. Mulan consiguió buenos datos de taquilla, sobrepasando los 300 millones de dólares en todo el mundo, aunque lejos de las grandes producciones de la compañía.

Mulán, el live-action

Tras el éxito de La Bella y la Bestia, Disney entendió que había un gran nicho de mercado en las versiones live-action de sus propias producciones, porque eran valores seguros. Llamaban a la nostalgia, y los mismos niños que crecieron con esas películas ahora irían a verlas al cine. Por eso anunciaron varios proyectos que se fueron estrenando en estos últimos años, como el Dumbo de Tim Burton o el Rey León de Jon Favreau, que ya había participado anteriormente en la versión live-action de El Libro de la Selva. La versión de Mulán fue anunciada oficialmente en 2016, aunque anteriormente ya hubo intentos por sacar adelante una versión en acción real de la película. Durante estos años, la producción se ha ido llevando a cabo entre Estados Unidos y China, y el estreno iba a ser en marzo de este año, pero quedó postergado por la epidemia del Covid-19.

Un trama interesante…, pero sin Mushu

Como ya hicieron con Dumbo, en Disney querían adaptar la historia de Mulan a los nuevos tiempos, y eso significaba hacer cambios en el guión, algunos demasiado dolorosos. La historia sigue básicamente la esencia del poema original, con la joven Mulán disfrazándose de hombre y haciéndose pasar por guerrero para luchar en la guerra, como parte de su familia, evitando así que su padre, demasiado viejo, vaya a la batalla. Sin embargo, la versión de acción real tendrá cambios significativos con respecto a la versión animada, como la ausencia de Mushu, el simpático dragón que acompañaba a Mulán como su guardián familiar, y que según Disney, no tendría sentido en esta película, más adulta y seria, enfocada a la aventura y a la acción más que al público infantil.

Retrasos a causas del COVID-19

El estreno de Mulán estaba previsto para el 267 de marzo de 2020, como uno de los grandes estrenos de la primavera. Sin embargo, la pandemia global del Covid-19 obligó a cerrar los cines semanas antes, y durante casi tres meses, las salas han estado cerradas a cal y canto. En principio, Disney proyectó estrenar Mulan a finales de julio de este año, pero dada la situación actual, con mucha incertidumbre y con  muchos rebrotes en todo el mundo, el estreno se postergó hasta agosto. Finalmente, la compañía decidió no estrenar Mulán en salas, sino hacerlo directamente en su plataforma de streaming a nivel mundial, Disney+, con un pago adicional para los que ya fueran usuarios de esta plataforma.